domingo, 11 de septiembre de 2016

Poema



Hasta las pequeñas briznas llega el soplo de la brisa.
Lo más insignificante es visto y atendido, y es contado.
Los fuertes vientos que mueven deprisa
las grandes nubes de la tempestad,
arrecian en lo alto y, observándolas,
he sentido agradecido
las brisas que soplan en la hierba
pasando por los vellos de mis brazos,
por la piel del dorso de mis manos,
y he sabido
que hasta aquí llega el respiro,
que Tú estás tan allá como acá,
tan en lo celeste
como a la puertecita del más pequeño corazón.




Texto: José Alfonso Bolaños Luque

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