Cuando algo inmensamente grande acaba por entrar en algo más pequeño, al final este acaba en aquel. Si Cristo entra EN tu vida, en tu corazón, debería suceder que al final tú acabes viviendo en Él, y no en ti mismo.
Podrías leer, si quieres, Lucas 9: 24.

Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imagen: http://photopin.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario